La matanza ultra de Oslo requiere medidas urgentes contra el odio
Movimiento contra la Intolerancia expresa su máxima repulsa por el atentado terrorista que tuvo lugar ayer en Oslo y que se ha saldado con al menos 91 víctimas mortales. Así mismo expresa su solidaridad con el pueblo noruego y su condolencia a los familiares de las víctimas y al partido laborista por el daño que esta matanza ha causado entre sus filas más jóvenes. Este atentado es consecuencia directa del odio y la intolerancia más extrema y confirma la necesidad de que toda democracia se proteja a sí misma y a su ciudadanía del discurso racista, xenófobo e islamófobo que propician la fanatización de terroristas de ultraderecha como Anders Behring Breivik, que ha realizado una masacre brutal sin precedentes en ese país.
Europa no puede mirar a otro lado ante el aumento de la intolerancia. Debe finalizar la banalización que los gobiernos e instituciones europeas realizan y revisar su actuación frente a los crímenes de odio que amenazan con destrozar la convivencia. Deben reforzarse los códigos penales, mejorar la inteligencia sobre grupos y personas que promueven el odio y luchar democráticamente en todos los frentes y sin cuartel contra el fanatismo cuya capacidad de hacer daño quedo demostrada en Oslo.
No estamos ante la obra de un loco individual sino frente a la acción singular de un fanático terrorista que hace de la fobia al diferente, en este caso expiado en jóvenes progresistas, el motivo de su matanza. Inspirado en las modernas prácticas neonazis del “resistente sin líder” que estimulan la acción cuasi-individual, una especie de yihadismo ultra con precedentes terribles como la matanza de Oklahoma con 168 muertos, los gobiernos europeos han vuelto a demostrar que su prevención está siendo ineficaz.
Movimiento contra la Intolerancia reclama prevenir y legislar en Europa contra los crímenes de odio, actuar políticamente y mejorar su persecución. Hay que promover la educación para la tolerancia y la sensibilidad frente al problema. En España reclamamos que se reforme el Código Penal en este sentido, que se creen las fiscalías de delitos de odio a nivel nacional y que se ilegalice toda organización que incite y difunda el racismo y la intolerancia criminal.